Que es una zorra?

Dícese de toda mujer, sin importar edad, raza, religión, la cual ejerce su principal característica innata (zorra) con el objetivo de dejar siempre mal parada a la persona de sexo opuesto. Dicha característica es común en toda persona de sexo femenino (novias, hermanas, madres), solo se perfecciona con el paso del tiempo.

Una zorra hace sufrir al hombre , estando siempre un paso adelante, agarrando la mano de otro individuo antes de soltar la que tiene, como también teniendo una carta de mas o conociendo las cartas del otro.

Como ejemplo, una zorra nunca dejara a su hombre si no tiene uno, dos, tres o mas buitres dando vueltas, ya que no puede estar sola. Y cuando deje a su hombre, le dará un poco mas de cabida a quienes ya les venia dando cabida, sabiendo que estaba tomando fuerzas para dejar al suyo.

Las zorras tienen corazón, sufren, no son de piedra, pero tienen fuerzas para salvar su mente y cagársela al otro, con el solo objetivo de seguir adelante. Sin embargo, no les importa faltarle el respeto a alguien que la respeto y en cuanto al orgullo, llegan a hacer cosas inimaginables para poder conservarlo, aunque sus emociones se encuentren inestables temporalmente.

Se debe tener en cuenta también, que esta característica, no es considerada un agravio, y se debe ver como una ventaja frente a la persona de sexo opuesto.

Hay que crear conciencia, apoyarnos y tomarlo con humor.

26 de julio de 2012

Ruleta Rusa - Amarilla


Primera Parte - Diciembre 2010
Notorio. Finalmente encontré la palabra que necesitaba para empezar a escribir. Gracias jugo Baggio de pera, me has inspirado. Notorio fue este suceso. Notorio fue el hallazgo de una nueva zorra. Notoria la exactitud con que esta zorra reivindicó nuestra definición inmaculada.
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Vagaba por el mundo, con 24 años, buscando nada, esperando que terminara un año que había pasado sin pena ni gloria. Mucho estudio, mucho sexo, mucho alcohol, mucho fútbol. El pincha había ganado la Libertadores, pero había perdido el mundial de clubes. Un Diciembre caluroso, una telefonata, y el regalo de Santa en 2009 fue un trabajo nuevo, en una empresa que no tenia idea de su existencia.

Primer día de trabajo, 28 de Diciembre de 2009. Nunca voy a olvidar aquel día de los inocentes. Ironías del destino le dicen...
Serian las 11am, quizás mas temprano, pero recuerdo que me hicieron ir mas tarde de lo normal. Planta baja, puerta de vidrio gigante, lujos poco entendibles, mucho aire acondicionado mal regulado, gente vestida informalmente; me sentía como en yankeelandia de nuevo. Que hago acá? -me preguntaba...-, si había salido corriendo de esto. A mi izquierda, una zorra veterana, con mas tetas que cerebro, con aires de saberlo todo -sobre pitos, comentaba mi diablito-. Fea, desagradable a la vista, pero parecía buena mina. Tarde una semana en cambiar de opinión. A mi derecha, un Lomu simpático, con cara de nene y mucha calle porteña. Eramos los nuevos.

Nos presentaron, beso a todos, con el típico intercambio de nombres y miradas esquivas. Habrán sido 15 las situaciones incomodas consecutivas. Era el grupo de trabajo.

Entre tanto nerviosismo, y por cerrar los ojos y esperar que la situación pasara rápido, no me di cuenta del ángel que había pasado delante mio. Recuerdo haberme sentado en mi pseudo escritorio, mirar para los costados y no ver nada mas que a los nuevos, con la misma cara de... "y ahora que se supone que tenemos que hacer?". Yo no tenia esa cara, yo estaba como el lobo de Droopy, preguntándome que era lo que había pasado por delante de mis ojos. No la veía, donde estaba la puta madre?, había sido un espejismo entre tantos huevos? Hasta que la encontré, estaba a mis espaldas. Me acorde de aquella sabia frase de que los ángeles tienen cuernos, pero era tan bonita que no podía respirar cuando la vi, así que pensar menos.

Pasaron los días, las semanas, y fui conociendo a todos. A ella también, objetivo numero uno. Era un bajón no tenerla en mi campo visual, así que iba a buscar café y agua muchas veces por día, ni que hablar de las idas al baño y a fumar. Todo para verla a la ida y a la vuelta. Patético, pero no tenia mucho para hacer de todos modos.

Con los días, y de rebote, me entere que tenia novio. Era obvio, un gatito así no podía no tener dueño. Así que acomode un poco mis ideas, y me propuse conocerla, sin embarrar la cancha a mi favor. Era una situación nueva para mi, tampoco me podía hacer mucho el loco. Lo bueno era que estaba jugando en una cancha neutral, con jugadores que no conocía, así que era cuestión de pasar la pelota y ver quien me la devolvía cuadrada y quien redonda.

Ella siempre me la devolvía redonda. Así que las charlas empezaron a potenciarse dentro y fuera del ámbito laboral. Yo seguía con mi juramento de no tocar la puerta de su madriguera porque sabia que adentro había otro que había llegado primero. Códigos le dicen. La cosa se empezo a complicar cuando las charlas empezaron a subir de tono, y porque también me di cuenta que no era el único en la oficina que suspiraba por su cara de dormida en las mañanas.

Fuck, competencia, que hago? Por suerte uno de los problemas se soluciono solo. En poco tiempo ella corto con el novio, por lo tanto, si planeaba alguna jugada, podía hacerlo con la conciencia tranquila de que no le estaba escupiendo el asado a nadie. Por otro lado, tenia que mostrarle los colmillos a ella, antes de que otro lo hiciera. Había de todo, estaba el obvio, el perdedor nato, y el que se la da de amigo.

Un día me di cuenta que había olor a zorra, pero no le hice caso a mis instintos. Si alguna vez tuvieron la suerte de ver a su equipo jugar una final y ver como el contrario te hace un gol al principio del partido, sabrán de lo que hablo. De esa sensacion. El ángel mostró la punta de sus cuernos. Fuimos a un bar, con los compañeros del trabajo, como otras tantas veces, y no recuerdo que fue lo que llevo a que ella le diera un beso al obvio. Estaba mirando para otro lado, y solo vi esa foto. Juego de niños, o de adultos mejor dicho, no te podes calentar por eso -me dije-, ella esta sola y puede hacer lo que quiera. El problema era que había sido en mi cara y con el paso de los días me entere que algo mas había pasado, quizás esa misma noche. Era el momento de tomar una decisión.

Me gustaba tanto que decidí tapar ese feo momento, taparme la nariz, tomarlo como algo natural y aprovechar la situación. Así fue como un día termine durmiendo en su casa con la excusa de que ya no pasaba mas el colectivo que me depositaba en mi hogar, por lo tarde que era. En pocos días me encontraba dentro de su madriguera. Lo anecdótico del caso, fue que el obvio me dijo esa misma noche lo que había pasado con ella (muy explicito como para contarlo), como manotazo de ahogado, porque veía que se le venia la noche. Que dilema!!!, puede pasar esta noche, y este flaco me dice esto? -me preguntaba-. Cerré los ojos, por algo me esta invitando a su casa -me dije-, y fui igual. En su casa, no me podía sacar de la cabeza lo que me había comentado el obvio horas antes, así que podrán imaginarse las vueltas que di hasta que le di el tan anciado primer beso.

Después de esa noche, me sentía raro. Ella me re gustaba, todo estaba re bueno, pero somos animales.
Los encuentros empezaron a ser mas, siempre a escondidas porque no se podía saber en el trabajo. Hablábamos todo el día, y siempre buscábamos una excusa para vernos. Ella me buscaba y yo la buscaba a ella, pero a la vez era distante porque yo no quería mas de lo que ya tenia y no veía que pudiera pasar algo por como se habían dado las cosas.

Un día llego el primer planteo por parte de ella. Me dijo que no le había dado pelota en determinadas situaciones, y que si yo estaba con otra mina, no le interesaba seguir con lo que estábamos haciendo. Si mal no recuerdo, a penas había pasado un par de meses. Como yo venia de hacer cualquiera durante un largo tiempo, ella me gustaba mucho, y no esperaba algo así tan rápido, decidí empezar a darle mas pelota si las cosas seguían bien. Así fue como por ejemplo, un día la invite un fin de semana a una ciudad muy conocida de Argentina, para que estuviéramos juntos en una situación normal, fuera del estrés laboral.

Algo estaba cambiado en mi. A ella la veía muy metida conmigo, y yo estaba jugando su juego. Pasaron cosas mas lindas, también peleas, todo muy rápido. Me contó cosas muy intimas de su vida, y yo a ella, de esas cosas que uno tiene muy guardadas. El hecho que nos viéramos todos los días hacia las cosas muy complejas y las aceleraba. Hasta que un día me encontré con que sentía cosas por ella, a pesar de mis primeras intenciones. Cualquier persona podría decir que lo normal en estos casos es buscar el momento indicado y decirle lo que sentía. Había pasado por situaciones similares, y había obtenido diferentes resultados. Por eso, tome la decisión de hacerle una pregunta obvia para esta situación, algo muy similar a lo que ella me había planteado tiempo atrás, que era si tenia en la cabeza a otra persona. Ante su negativa, decidí jugarmela poco después, porque veía un fondito de agua en la pileta. Cuando se lo dije, fue como si pasara de largo el colectivo, así que tuve que retractarme por lo mal parado que había quedado. Había tirado un taco cuando la jugada no lo amaritaba, me tropese, y simule una falta. Amarilla. Todo olía muy mal, pero los te quiero, te extraño, siguieron.

En el medio se pueden contar un par de cosas, como que empecé a percibir que un aguilucho estaba dando vueltas. Que habia alguien calentando y preparado para entrar a la cancha. Con el tiempo me entere que la zorra había estado haciendo tratativas para contratarlo desde hacia mucho, y el ya habia jugado en su club a préstamo. Seria redundate decir que ella me negó la existencia de un tercero cuando se lo pregunte, sino no estaría escribiendo esta historia. También renuncio al trabajo, por motivos confusos, pero era mas que obvio que yo algo tenia que ver en esa decisión. Pero los te quiero y te extraño siguieron, así que todo siguió. Todo cada vez mas deteriorado, pero siguió. Nos veíamos cada vez menos, y las excusas eran cada vez mas ridículas. Todo muy raro, muy confuso, ámbito en el que se siente cómoda una zorra.

Como no tengo mas ganas de escribir, porque esta historia se esta haciendo muy larga y porque ya no me queda mas Baggio, voy a ser breve con el final. Yo tenia razón, ella me había mentido en la cara, y el aguilucho existía. Me entere por medios no convencionales, los cuales le dieron a ella la posibilidad de denigrarme cuando no tenia de que agarrarse, pero me entere al fin. Mientras tenia mi mano, ella tomo otra, cual zorra. El clásico no sos vos, soy yo, no tardo en venir, y en días estaba con el aguilucho. Si es que ya no estaba con el mientras seguía con quien escribe, pero supongo que de eso nunca me enterare.

Hasta la próxima, que seguramente no tardara en venir.

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