Muchos dicen que el amor es ciego, y es verdad, o por lo menos, esta historia es una de ellas... Todo comenzó en una primavera hace ya varios varios años atrás. Esta persona, la cual no importa el nombre, de gran altura, inteligente, de pompis grande y pechugas enormes, escondía en sus ojos, la peor desnudes. Era mi “amiga”, hasta que un día, ella misma decidió dar un paso adelante y me confesó sus sentimientos....los cuales, obviamente, eran mayores de los que pensaba...
A partir de ahí, comenzó una historia inolvidable, todo era felicidad, su zorrés estaba totalmente oculta, impensable para cualquier individuo. Mis amigos me decían: “esta piba vale oro, cuídala, no seas boludo”.
A medida que pasaban los años, la relación era cada vez mejor. No había peleas, hablamos de en un futuro, casarnos, tener hijos, ir a vivir juntos, y todas esas cosas que uno habla cuando esta enamorado...diciéndome que yo era “el amor de su vida y que sin mi, no podía vivir”.
Hasta que llegado 3 años y medio de noviazgo, hubo un cambio importante en la relación. Apareció un tercero, que día a día, empezó a interferir y ella, obviamente, con su zorrés innata, no dejo pasar la posibilidad de tener otra mano, en caso de querer soltar la mía o en caso de que yo decida soltar la de ella. Los mensajes iban y venían, los mails, chat, etc.... y ella me decía “amor, no seas tonto, que es solo un amigo...”
Finalmente, casi cumplidos los 4 años de novio, esta muchachita decide soltar mi mano y agarrar la del tercero, típica característica de una zorra que la va de callada y que siempre quiere quedar bien, a pesar de que sea una gran zorra. Obviamente, ocultándomelo, negándomelo, como si yo nunca me fuera a enterar.... (lo cual, ocurrió a los 2 meses de haber cortado)...incentivándome a pensar que su nivel de zorrés es estrepitosamente grande…
Es el día de hoy, que pasado bastante tiempo, estoy muy agradecido al tercero de haberme sacado semejante zorra de mi vida.
Me despido con esta frase del célebre William Shakespeare: “el destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos”.
Canción: Bla bla bla (Guasones)
A partir de ahí, comenzó una historia inolvidable, todo era felicidad, su zorrés estaba totalmente oculta, impensable para cualquier individuo. Mis amigos me decían: “esta piba vale oro, cuídala, no seas boludo”.
A medida que pasaban los años, la relación era cada vez mejor. No había peleas, hablamos de en un futuro, casarnos, tener hijos, ir a vivir juntos, y todas esas cosas que uno habla cuando esta enamorado...diciéndome que yo era “el amor de su vida y que sin mi, no podía vivir”.
Hasta que llegado 3 años y medio de noviazgo, hubo un cambio importante en la relación. Apareció un tercero, que día a día, empezó a interferir y ella, obviamente, con su zorrés innata, no dejo pasar la posibilidad de tener otra mano, en caso de querer soltar la mía o en caso de que yo decida soltar la de ella. Los mensajes iban y venían, los mails, chat, etc.... y ella me decía “amor, no seas tonto, que es solo un amigo...”
Finalmente, casi cumplidos los 4 años de novio, esta muchachita decide soltar mi mano y agarrar la del tercero, típica característica de una zorra que la va de callada y que siempre quiere quedar bien, a pesar de que sea una gran zorra. Obviamente, ocultándomelo, negándomelo, como si yo nunca me fuera a enterar.... (lo cual, ocurrió a los 2 meses de haber cortado)...incentivándome a pensar que su nivel de zorrés es estrepitosamente grande…
Es el día de hoy, que pasado bastante tiempo, estoy muy agradecido al tercero de haberme sacado semejante zorra de mi vida.
Me despido con esta frase del célebre William Shakespeare: “el destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos”.
Canción: Bla bla bla (Guasones)
tal cuaaalllll
ResponderEliminarfea la actitud!
ResponderEliminarEste es el blog que yo siempre hubiera querido escribir. Ya era hora que alguien se atreviera a decir la verdad entre ralaciones hombre-mujer. Donde la mujer siempre parece la victima. Yo tengo un monton de malas experiencias y la conclusion es que al final solo los hombres nos enamoramos. Desconfia cuando una mujer te diga "Tú me interesas" porque no está diciendo que te quiera, está diciendo que tu le interesas como las mas pura y fría transacción económica. Que como siempre va siempre desde tu cartera a su bolso. Otro tipo de relaciones no se entienden en una mujer. (Eso lo llaman sentirse protegidas). Si, tio, yo tambien estoy hasta el gorro de esta mentira y de las mentirosas que la practican. Un Saludo.
ResponderEliminar